Según Berry, estaban conduciendo con él, hasta que se inyectó el analgésico Dilaudid. Comenzó a "actuar como loco", informa el portal The Smoking Gun. "Se sacó el pene de los pantalones y comenzó a decir cosas raras". Ella se asutó y llamó al amigo de Meyer, Jared Prier.
Cuando este llegó, el enloquecido Meyer ya estaba desmayado. Prier solo condujo hasta una gasolinera, y compró una bebida. Cuando regresó, Meyer ya no respiraba, y los dos tuvieron tanto miedo de meterse en problemas, que lo dejaron morir.
Llevaron su cuerpo hacia el asiento trasero y posaron para la "selfie". Luego dejaron su cuerpo en una carretera. La pareja ya fue acusada de homicidio voluntario, ya que la autopsia reveló que si Meyer hubiese recibido atención médica, hubiese podido vivir.
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